La verdad incómoda de tus finanzas personales

Muy pocas veces nos ponemos a pensar a conciencia en estas preguntas, ya que las respuestas podrían parecer obvias (¿cómo no voy a saber cuánto gano?). La realidad es que la mayoría de nosotros no tenemos ni idea de cuál es el estado de nuestras finanzas, ni nos tomamos el tiempo para averiguarlo.

Skandia México

1/1/20251 min read

Espejito, espejito ¿cuál es la verdad que más me incomoda?

¿Cuánto ganas? ¿Cuánto debes? ¿Tienes una bola mágica para leer el futuro, o estás preparado para enfrentar cualquier emergencia que se te llegue a presentar?

Muy pocas veces nos ponemos a pensar a conciencia en estas preguntas, ya que las respuestas podrían parecer obvias (¿cómo no voy a saber cuánto gano?). La realidad es que la mayoría de nosotros no tenemos ni idea de cuál es el estado de nuestras finanzas, ni nos tomamos el tiempo para averiguarlo.

Por lo regular estamos acostumbrados a manejar el dinero en automático. Compramos lo que nos urge (pensando que es verdaderamente necesario para sobrevivir), nos endeudamos (sin pensar si vamos a poder cubrir los pagos posteriores) y nos aseguramos (sin saber cuáles son los términos, condiciones, coberturas del instrumento).

En pocas palabras, no tenemos ni la más remota idea de nuestra situación financiera.

Pero ¿por qué vivimos con analfabetismo financiero? La negación es una maravillosa forma de evadir, pero se paga un precio muy caro y al final estamos llenos de preocupaciones, estrés, frustración, etc.

Si no sabes a dónde vas, entonces ¿cómo planeas llegar ahí?

Conocer las verdades incómodas de tus finanzas es más sencillo de lo que puedas imaginar, y para eso necesitas pararte frente a un espejo financiero y preguntarte si las decisiones que has tomado hasta el día de hoy han sido tomadas a conciencia, o si el reflejo son puros espejismos financieros imposibles de alcanzar.

Te recomendamos realizar estos pasos de forma periódica:

1. Hazlo y no lo intentes.

2. Un check up financiero para que identifiques en donde estas y que acciones debes ejecutar.

3. Contar con un “alguien” (asesor, guía, coach) que te pueda apoyar a construir una mejor versión de tu futuro financiero.